AFINA GONZALEZ DETALLES PARA PRESENCIAR BATALLA EN LA COYOTE 300
Roberto González en su reencuentro con el automovilismo fuera de camino nos comentó abiertamente acerca de lo ocurrido en un encuentro con el desierto, hoy en día en una unidad Clase 10, la cual perteneciera a Carlos Castilla, integrante de la escudería Castilla. Al hacerse presente en la segunda fecha del Campeonato Estatal de Ruta, en la pasada Dos Mares 500, “Don Rober” como se le conoce nos comentaba en un tono de emoción: La vedad el carro es una chulada, mi “Paco”, es muy noble y muy rápido, me sentí muy cómodo en el, e iba a buen ritmo cuando recibí la bandera verde, eso sí tuve problemas muy grandes más adelante cercano al “Mechudo”, estando entre un par de curvas se puso muy duro el volante y me fui hacia abajo, entonces en mi reacción fue darle e intentar sacarlo rápido que por fortuna se logró, unas tuercas que iban enfrente estaban flojas: ¡nombre! Fue complicado y llegué cerca de golondrinas, me paré y me fumé un cigarro pensando: Ya me voy a salir no tiene caso, al ver a mi equipo me dicen no te llevan por mucho y me animé, pero entré la checada, un joven el cual desconozco quien era, no en su mala intención puso aceite en donde va el agua y todo se contaminó, tuvimos que drenar todo de nuevo para poder echarlo a andar, los talcos decía yo: Diosito santo cuando va a acabar esto ijuelaingada, en mi largo paso tuve dos desmontadas en la llanta fue un martirio y no fue por problemas del carro, simplemente son cosas que pueden pasar, ya en la noche en mi pit soldamos una parte de enfrente de la barra y en eso llegaron dos o tres equipos más, no recuerdo bien, me pidieron si podía soldarlos y al final no faltó quien me diera carrilla por los cacahuates de soldadura, pero en su momento bien que sirvieron. Logramos terminar la carrera y eso fue lo más importante, sin importar el lugar, ya que el reto era conocer el carro, sé que tiene con que dar
Para esta Coyote 300 le estaremos ajustando los detalles y pormenores, pues tenemos planeado participar de nuevo en la Clase 2, y porque no buscar el primer lugar, los demás equipos están muy fuertes, pero no existe imposible alguno cuando vas corriendo en terrenos arriba de los 40 grados.
Lo curioso de todo esto es que me preguntaron antes de arrancar si sería el nuevo “destruzador” y les dije que no, ya era buscarle un nombre nuevo y cuando me subí no falto uno que me dijera ¡Marisela!, me asomo y pregunto: ¿Por qué? Y me gritan sola con mi soledad y en eso suelto la carcajada y me enfilo a competir.